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martes, 18 de junio de 2019

BAILES DE SALÓN PARA LA TERCERA EDAD..

Los bailes de salón para la tercera edad son una forma estupenda y divertida de mantenerse activos. Ayuda a evitar problemas de salud que derivan de la vida sedentaria, como obesidad, colesterol y otras dolencias asociadas a esta etapa de la vida adulta.

Bailes de salón para la tercera edad

Bailar es una actividad recreativa muy recomendada para las personas mayores que ya han traspasado el momento de la jubilación. Es una manera de adquirir nuevos hobbies y no apoltronarse en la inactividad y en la rutina. Además ayuda a crear nuevos lazos sociales y a pasar momentos divertidos. Por supuesto, tiene un montón de beneficios para la salud. Es un ejercicio aeróbico, muy apropiado para mantener la salud cardiaca, además ayuda a tener una buena flexibilidad y mantener las articulaciones y los músculos en buena forma. También es una excelente opción para la salud emocional, pues proponerse nuevos retos es algo sumamente positivo a cualquier edad.
Los bailes de salón abarcan a todos aquellos que se bailan en pareja, y se realizan de forma coordinada entre ambos mientras se adaptan al ritmo de la música.
La danza es una forma de expresión a través del cuerpo y sus movimientos. Además de contribuir a conseguir una mejor condición física, en cualquier edad, también mejora el estado anímico y hace que la mente se libere. Las preocupaciones y el estrés quedan a un lado mientras se baila y nos permite recargar las pilas para afrontar cualquier cosa. No lo decimos nosotros, sino la propia OMS, que aconseja los bailes de salón para la tercera edad como una forma de evitar determinados problemas físicos asociados a la edad. Incluso puede ayudar en casos de depresión. Es un tipo de práctica más que recomendable para mejorar la salud, aprender cosas nuevas y pasar un rato divertido rodeados de personas con quien compartir aficiones.

Elegir la disciplina adecuada

Una gran parte de los bailes de salón son originarios de Latinoamérica, como por ejemplo el bolero, el mambo, la rumba o el chachachá que provienen de Cuba. De Brasil nos llegó la samba, y de Argentina la pasión del tango. Los más solicitados de esta disciplina son la salsa y la bachata. De los Estados Unidos se importaron bailes tan divertidos como el rock and roll y el swing. Y en nuestro país se desarrollo el tradicional pasodoble cuyo origen se remonta al siglo XVI y es una disciplina que agrada mucho en las salas de baile para personas mayores. La última en llegar es la kizomba, una peculiar danza que viene de la lejana Angola, al sur de África, y que se está convirtiendo en la disciplina preferida de los más atrevidos de las pistas de baile.
Entre toda esta variedad de bailes diferentes hay determinadas características que los diferencian. Por ejemplo, la rapidez con la que se realizan los pasos, las partes del cuerpo que más se trabajan en los movimientos o la forma en la que se interactúa con la pareja. Cada persona debe elegir el estilo más adecuado a sus gustos particulares, pero también a su condición física. Todos podemos ponernos metas, pero es importante ser realistas. Los bailes de salón para la tercera edad más recomendados son los menos arriesgados, que no exijan acrobacias y no exista riesgo de caídas. Por ejemplo el tango, la salsa, el mambo o el chachachá, son los más adecuados. Aunque aquellos que ya hayan bailado antes o estén en buena forma, pueden intentarlo con disciplinas nuevas.

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